Construccion de Machihembrado para Techos

Madera machihembrada para techo" se puede definir como piezas de madera de espesor (e) entre 12 mm y 23 mm., ancho (a) y largo (l) determinados, labrada de tal manera que la contracara o cara inferior esté cepillada (pueden ser ambas caras), uno de sus cantos presente una lengüeta o "macho" y el otro una ranura o "hembra", lo que permite ensamblar piezas sucesivas para conformar una superficie que servirá de soporte a la cubierta definitiva de un techo.



Calidad de la madera machihembrada
El resultado final del techo machihembrado en cuanto a resistencia, durabilidad, estabilidad dimensional y aspecto depende de la calidad de la madera que se utilice. Como mencionamos antes, se pueden utilizar varias especies maderables, y es por ello que debemos observar algunas recomendaciones básicas, que van más allá de aspectos como el color o la veta de la madera.
  • El contenido de humedad (CH) de la madera debe estar entre 15% y 18%. Lo apropiado es contar con un higrómetro para constatar el CH, de no disponer de uno, el proveedor debe certificar que la madera fue secada adecuadamente al aire o en horno. Hay personas que por su experiencia en el trabajo con madera pueden estimar el CH de una madera por su peso o incluso por su temperatura, pero es obvio que no es un procedimiento confiable. Se debe tener presente que si la madera que se coloca en un techo tiene CH por encima del 18%, mantendrá un aspecto aceptable durante las primeras semanas, luego, las contracciones causadas por la pérdida gradual de humedad causarán separaciones entre los ensambles, grietas, torceduras, alabeos y hasta casos 
  • Si la madera no es preservada, es decir si no ha sido protegida mediante la impregnación con algún agente químico biocida, se debe evitar la presencia de albura, ya que por ser la zona fisiológicamente activa del tronco, almacena sustancias nutritivas que atraen hongos e insectos que la degradan. Hay especies en las que no se diferencia entre albura y duramen, pero en las que sí, la parte de color más claro corresponde a la albura. La madera de albura puede durar hasta 5 veces menos que la de duramen.

  • No permitir en las piezas machihembradas lo siguiente:
  • Rajaduras mayores de un (1) centímetro en los extremos de las piezas 


  • Nudos sueltos.
  • Nudos estables que sean mayores de 1/3 el ancho de la pieza.
  • Acebolladuras.
  • Grietas superficiales que se vean por ambas caras de la pieza.
  • Alabeos, abarquillado u otras deformaciones que impidan un correcto ensamblaje durante la instalación
  • Perforaciones de termitas u otros insectos.
  • Presencia de hongos.
  • Es recomendable que el espesor de las piezas no sea menor de 12 mm. y que sea constante, es decir, en la conformación de una misma superficie no colocar listones de espesores diferentes. 
  • La profundidad de acople entre macho y hembra no debe ser menor de 7 mm. para garantizar un ensamblaje adecuado. 
  • En cada pieza o listón machihembrado, tanto el macho como la hembra deben ser continuos y sin presencia de corteza.
  • Las piezas contiguas deben acoplar con relativa facilidad, para agilizar la instalación. La holgura en los empalmes no debe ser mayor a 1 mm.
  • El ancho (a) de las piezas, al menos en una misma fila, debe ser constante. A menor ancho, más tiempo en la instalación.
  • La longitud de las piezas debe ser múltiplo del espaciamiento entre ejes de los elementos que las soportarán. No poder aplicar este criterio significa considerar un desperdicio de 35% o más en la instalación.


Protección de la madera en el machihembrado para techo
La durabilidad natural de la madera está asociada a su densidad. La madera menos densa es más susceptible de ser atacada; también se puede aseverar que las maderas de colores oscuros tienden a ser más durables naturalmente que aquellas de colores claros, con algunas excepciones.
Proteger la madera con agentes químicos para limitar o evitar el ataque de hongos e insectos depende de las características de la madera a utilizar y de la condición de riesgo o exposición que vaya a tener una vez en servicio. Si se aplican las medidas de prevención que a continuación se explican, la madera machihembrada para techo se puede utilizar sin preservación química.

Aparte de las consideraciones mencionadas anteriormente, en cuanto a la calidad de la madera en sí, se debe prestar atención a los cuidados en su almacenaje en obra, el cual debe realizarse en sitios protegidos del agua y del sol directo, permitiendo la circulación de aire y colocando separadores entre las capas de las pilas a conformar para evitar la generación de un micro ambiente que estimule la formación de hongos.

La humedad en sí no daña la madera pero propicia el desarrollo fúngico, por eso es importante usar madera seca y procurar que una vez en servicio no se exponga a humedad permanente o intermitente. Se deben considerar aspectos básicos de protección por diseño. Es recomendable hacer énfasis en diseñar para evitar o limitar la exposición a la humedad. Evitar techos planos, colocar goteros en los extremos, considerar canaletas recoge aguas (opcional), impermeabilizar la superficie superior inmediatamente después de colocar la madera machihembrada y tener un acabado final que aísle la madera del agua son aspectos imprescindibles para obtener un techo cuya funcionalidad resulte aceptable.

Cuando exista alta exposición a riesgos, como pueden ser el humedecimiento frecuente por lluvia o la cercanía de la edificación a áreas cubiertas de vegetación, lo que supone la presencia de abundantes hongos e insectos, o que se presuma poco o nulo mantenimiento una vez en servicio la obra, es recomendable aplicar algún preservante químico.
Si se tiene la presunción de que es necesaria la aplicación de preservante, se recomienda seguir las siguientes pautas:
1. Solicitar asesoramiento especializado para seleccionar el preservante, nivel de concentración y el método de aplicación más apropiados.
2. Aplicar antes de instalar la madera. En principio, el preservante no debe diluirse con otro producto, a menos que el fabricante lo indique, pues la reacción química generada pudiera desactivar o minimizar el efecto de los compuestos fungicidas e insecticidas.
3. El preservante, si es de aplicación con brocha, inmersión o aspersión, debe aplicarse a madera seca, ya cepillada y/o lijada, y esperar que la superficie esté seca para aplicarle el acabado final (si es requerido).
4. Si se selecciona el método de inyección por presión, esta operación debe realizarse en una planta con instalaciones especializadas para ello.

Consideraciones para una correcta instalación
Tener un diseño adecuado y madera de alta calidad no es garantía de éxito, el proceso de instalación debe ser ejecutado con sumo cuidado. Para ello se enumeran seguidamente algunas consideraciones a tener en cuenta en procura de un buen resultado.
  • El instalador debe asegurarse de que el espaciamiento de las correas sea constante. Éste depende de la especie a ser utilizada y del espesor del machihembrado. Es común utilizar espaciamientos entre 40 cm y 80 cm, salvo casos especiales. A mayor separación entre correas, mayor espesor de los listones machihembrados y/o mayor densidad de la madera a utilizar.
  • Para el caso de correas metálicas, es de uso común la fijación de un listón de madera de sección rectangular cuyo ancho es igual o ligeramente inferior al de las correas, que servirá de receptor a los clavos que fijarán el machihembrado. Este listón debe fijarse con tornillos al perfil metálico. Soldar clavos al perfil para luego martillar el listón sobre ellos no es recomendable, porque se debilita el metal por el calor concentrado originado por la soldadura y por la dificultad para lograr un correcto alineamiento del listón con el perfil.
  • Si las correas son de madera, se clava directamente sobre ellas, colocando los clavos al centro de la superficie de apoyo.
  • El lijado y el acabado de las piezas machihembradas, en caso de ser necesarios, deben ser aplicados antes de su colocación para lograr una buena calidad y un buen rendimiento en el trabajo.
  • En caso de techos inclinados, la colocación del machihembrado debe iniciarse desde los aleros hacia la cumbrera. Preferiblemente, las piezas deben ser colocadas con el macho hacia la parte superior, para limitar la acumulación de agua en caso de filtraciones.
  • No debe quedar separación que permita el paso de la luz entre piezas contiguas.
  • La longitud de una pieza machihembrada debe alcanzar como mínimo tres apoyos; en caso de que, por aprovechamiento del material, sea necesario apoyar sólo en dos viguetas o correas, se debe procurar alternar con al menos tres líneas con tres o más apoyos
  • Los clavos utilizados deben tener cabeza y deben penetrar en la pieza receptora al menos 2 veces el espesor del machihembrado.  

                        
Cada contacto entre la pieza de machihembrado y el apoyo (vigueta o correa) debe contener dos clavos. Se permite clavar un contacto sí y otro no sólo si se garantiza alternabilidad, es decir, en la fila siguiente se desplazan los clavos un contacto respecto a la anterior.

Las puntas de las piezas machihembradas en voladizo se alinean mediante un corte en sitio con sierra circular manual, y se rematan colocándoles una moldura que sujeta los extremos y los mantiene alineados.

La colocación de la impermeabilización debe realizarse lo antes posible, para limitar la exposición directa a la insolación o a la lluvia.







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